sábado, 23 de marzo de 2013

Día 39 - Equilibra tu vida (Vida con propósito)




Vive con el debido sentido de responsabilidad,
no como los que no conocen el significado
de la vida; sino como los que lo conocen.
Efesios 5:15 (PAR)

No dejen que los errores de personas malvadas
les guíen por caminos equivocados y les hagan
perder el equilibrio.
2º Pedro 3:17 (PAR)

Benditos sean los equilibrados, ya que superarán a todos.
Uno de los eventos en las Olimpíadas de verano es el pentatlón. Consta de cinco disciplinas: tiro de
pistolas, esgrima, carrera y natación. La meta del atleta es ganar en las cinco áreas, no sólo en una o
dos.
Tu vida es un pentatlón de cinco propósitos, y debes mantenerlos en balance. Esos propósitos los
practicaron los primeros cristianos en Hechos 2, los explicó Pablo en efesios 4, y los modeló Jesús en
Juan 17, pero se resumen en el Gran Mandamiento y la Gran Comisión de Jesús. Estas dos
declaraciones engloban todo lo que este libro es, los cinco propósitos de Dios para tu vida:
1. “Ama a Dios con todo tu corazón”: fuiste planeado para agradar a Dios; así que tu
propósito es amar a Dios pedio de la adoración.
2. “Ama a tu prójimo como a ti mismo”: fuiste formado para servir; así que tu propósito es
mostrarles amor a los otros por medio de tu ministerio.
3. “Ve y haz discípulos”: fuiste hecho para una misión; así que tu propósito es compartir el
mensaje de Dios por medio del evangelismo.
4. “Bautizándolos en...”: fuiste hecho para la familia de Dios; así que tu propósito es
identificarte con tu iglesia por medio del compañerismo.
5. “Enseñándolos a hacer todas las cosas...”: fuiste creado para llegar a ser como Cristo; así
que tu propósito es crecer en madurez por medio del discipulado.
Un gran compromiso con el Gran Mandamiento y la Gran Comisión te harán un gran cristiano.
Mantener estos cinco propósitos en equilibrio no es fácil. Todos tendemos a dar demasiada
importancia a los propósitos que más nos apasionan y descuidamos los otros. Las iglesias hacen lo
mismo. Pero tú puedes mantener tu vida equilibrada y seguir la pista; uniéndote a un grupo pequeño para
el seguimiento, evaluando regularmente tu salud espiritual, registrando tus progresos en un diario
personal, y comunicando a otros lo que has aprendido. Esas son cuatro actividades importantes para
vivir una vida con propósito. Si piensas seriamente en mantenerte creciendo, necesitarás desarrollar
esos hábitos.
Habla de esto con tu compañero espiritual o grupo pequeño. La mejor manera de apropiarse de
los principios de este libro es abordándolos con otros en el ámbito de un grupo pequeño. La Biblia dice:
“El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre”.
1
 Aprendemos mejor en
comunidad. Nuestras mentes se afilan y nuestra convicciones se profundizan mediante la conversación.
Te insto seriamente a que te reúnas en un grupo pequeño de amigos y formes un círculo de lectura
de Una Vida con Propósito para revisar estos capítulos semanalmente. Estudien las implicaciones y
aplicaciones de cada capítulo. Pregúntense: “¿Qué?” y ¿Qué ahora?” ¿Qué significa esto para mí, mi

familia y nuestra iglesia? ¿Qué voy a hacer con respecto a esto? Pablo dijo: “Practica lo que has
aprendido”.
2
 En el Apéndice 1, hay una lista de preguntas para compartir en sesiones de grupos
pequeños o en clases de Escuela Dominical.
Los grupos pequeños de lectura proveen muchos beneficios, lo que un libro por sí mismo no puede.
Puedes dar y recibir información acerca de lo que estás aprendiendo. Puedes discutir ejemplos de la
vida real. Puedes orar, animar y ayudar a otros que, como tú, han comenzado a vivir esos propósitos.
Recuerda, estamos diseñados para crecer juntos, no separados. La Biblia dice: “anímense y
fortalézcanse unos a otros”.
3
 Después de haber ido a través de este libro juntos, con un grupo, puedes
continuar con el estudio de Una Vida con Propósito que ya está disponible para clases y grupos (ver
apéndice 2).
También te animo a que hagas un estudio personal de la Biblia. Tengo más de mil notas finales de las
Escrituras usadas en este libro para ti, para que estudies su contexto.
Por favor lee el apéndice 3, el cual explica por qué en este libro usé varias traducciones y paráfrasis
de la Biblia. Para poder mantener estos capítulos en una medida de lectura diaria razonable, no pude
explicar el fascinante contexto de la mayoría de los versículos usados.
Pero la Biblia se debería estudiar por párrafos, capítulos y hasta por libros enteros.
Mi libro Métodos para el Estudio dinámico de la Biblia te enseñará cómo puedes hacer estos estudios
bíblicos inductivos.
Evalúa tu vida espiritual con regularidad. La mejor manera de equilibrar los cinco propósitos en tu
vida es evaluándote periódicamente. Dios le da un alto valor al hábito de auto evaluación. Por lo menos
cinco veces en la Escritura se nos dice que probemos y examinemos nuestra salud espiritual.4
 Afirma:
“Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos”. Si fallas el examen, haz algo al
respecto.
5
Para mantener tu salud física, necesitas revisiones periódicas con tu doctor, que puede evaluar tus

signos vitales, la presión sanguínea, la temperatura, el peso, etc. Para tu
salud espiritual requieres un chequeo ordinario de los cinco signos
vitales: adoración, compañerismo, crecimiento en carácter, ministerio y
misión. Jeremías aconsejó: “Hagamos un examen de conciencia y
volvamos al camino del Señor”.
6
En la iglesia Saddleback hemos desarrollado una herramienta de
evaluación personal sencilla, la cual ha ayudado a miles de personas a permanecer en el propósito de
Dios. Si deseas una copia de evaluación de la salud espiritual, puedes enviarme un correo electrónico a:
free@purposedrivenlife.com. Te sorprenderá cómo esta pequeña herramienta te ayudará a equilibrar tu
vida. Pablo instó: “Haz que tu entusiasmo del comienzo sea igualado con una acción de tu parte ¡ahora!”.
7
Escribe tus progresos en un diario. La mejor manera de reforzar tus progresos en el cumplimiento
de los propósitos de Dios en tu vida es llevar un diario espiritual. No es una agenda, sino una evidencia
de las lecciones de la vida que no deseas olvidar. La Biblia dice: “Por eso es necesario que prestemos
más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo”.
8
 Recordaremos lo que registramos.
Escribir te ayuda a clarificar lo que Dios está haciendo en tu vida. Danzón Trotan lo decía así: “Los
pensamientos se desenredan cuando pasan entre las puntas de tus dedos”. La Biblia da muchos ejemplos
de Dios diciéndoles a las personas que llevaran un diario espiritual. Dice: “Por mandato del Señor;
Moisés anotaba cada uno de los lugares de donde partían y adonde llegaban”.
9
 ¿No te alegra que Moisés
obedeciera el mandato de Dios de registrar el diario espiritual de Israel? Si él hubiese descuidado eso,
nos habría robado las poderosas lecciones del libro de Éxodo.
Es muy probable que tu diario espiritual no sea leído tanto como el de Moisés, sin embardo, es
importante. Tu vida es un peregrinaje, y un peregrinaje merece un diario. Espero que escribas las
etapas de tu peregrinaje espiritual mientras vives con propósito.
No escribas solamente cosas agradables. Como hizo David, registra tus dudas, tus temores y tus
luchas con Dios. Nuestras grandes lecciones provienen del dolor, y la Biblia dice que Dios ha registrado
todas nuestras lágrimas.10 Cualquier problema que ocurra, recuerda que Dios lo usa para cumplir los

cinco propósitos en tu vida; los problemas te impulsan a enfocarte en Dios, a acercarte a otros en
compañerismo y a construir un carácter como el de Cristo, proveyéndote de un ministerio y dándote un
testimonio. Cada problema es con un propósito.
En medio de una experiencia dolorosa, el salmista escribió: “Que se escriba esto para las
generaciones futuras, y que el pueblo que será creado alabe al Señor”.
11 Se lo debes a las futuras
generaciones de preservar el testimonio de cómo Dios te ayudó a cumplir sus propósitos en la tierra.
Este es un testimonio que continuará hablando mucho después que estés en el cielo.
Enseña a otros. Si quieres continuar creciendo, la mejor manera de aprender más es enseñar a
otros lo que has aprendido. Proverbios nos dice: “Quien bendice a otros es bendecido abundantemente;
los que ayudan a otros son ayudados”.
12 Los que enseñan conocimientos reciben más de Dios.
Ahora que entiendes el propósito de tu vida, es tu responsabilidad llevar el mensaje a otros. Dios te
llama para que seas su mensajero. Pablo dijo: “Yo quiero ahora que le digas esas mismas cosas a los
seguidores en quienes puedes confiar para que las compartan a otros”.
13 En este libro te he dado lo que
otros me enseñaron acerca del propósito de la vida; tu deber ahora es pasarlo a otros.
Probablemente, conoces a cientos de personas que no saben el propósito de la vida. Comparte esas
verdades con tus hijos, tus amigos, tus prójimos y tus compañeros de trabajo. Si le das este libro a un
amigo, añádele una nota personal en la página dedicatoria.
Mientras más sepas, más espera Dios de ti que uses ese conocimiento para ayudar a otros. Santiago
dijo: “Cualquiera que sabiendo hacer lo bueno no lo hace, está pecando”.
14 El conocimiento aumenta la
responsabilidad, pero trasmitir el propósito de la vida es mucho más que una obligación; este es uno de
tus más grandes privilegios en la vida. Imagínate cuán diferente sería el mundo si cada uno conociera su
propósito en la vida. Pablo dijo: “Si enseñas estas cosas a otros seguidores, serás un buen siervo de
Cristo Jesús”.


TODO ES PARA LA GLORIA DE DIOS
La razón por la cual enseñamos lo que aprendemos es para dar gloria a Dios y contribuir al
crecimiento de su reino. La noche antes de su crucifixión. Jesús oró a su Padre: “Yo te he glorificado en
esta tierra al completar el trabajo que me diste”.
16 Cuando dijo estas palabras, no había muerto aún por
nuestros pecados, así que, ¿cuál era el “trabajo” que había completado? En esa ocasión se estaba
refiriendo a algo diferente de la expiación. La respuesta está en lo que afirmó en los siguiente veinte
versículos de su oración.17
Jesús le dijo a su Padre lo que había estado haciendo los últimos tres años: entrenando a sus
discípulos para que siguieran los propósitos de Dios. Los ayudó a conocer y a amar a Dios (adoración,
enseñándoles a amarse los unos a los otros (compañerismo), les dio la Palabra para que pudieran crecer
y los envió a decirles a otros el mensaje (evangelismo). Jesús modeló una vida con propósito y también
enseñó a otros cómo vivirla. Este era el “trabajo” que glorificaba a Dios.
Hoy Dios nos llama a cada uno a hacer lo mismo, no sólo porque quiere que cumplamos sus propósitos,
sino porque desea que ayudemos a otros a hacer lo mismo. Él quiere que les presentemos a Cristo y los
traigamos a su compañerismo, ayudándoles a crecer en madurez y descubriendo su lugar de servicio,
para luego enviarlos al alcanzar a otros.
Esto es lo que significa vivir con propósito. Independientemente de tu edad, el resto de tu vida
puede ser lo mejor de tu vida y tu puedes empezar a vivir con propósito hoy mismo.


DÍA TREINTA Y NUEVE
PENSANDO EN MI PROPÓSITO
Punto de reflexión: Bendito sea el equilibrio.
Versículo para recordar: “Vive con el debido sentido de responsabilidad, no como los
 que no conocen el significado de la vida; sino como los que lo
 conocen”.
 Efesios 5:15 (PAR).
Pregunta para considerar: ¿Con cuál de las cuatro actividades puedo comenzar para
 seguir y equilibrar los cinco propósitos de Dios para mi vida?

Publicado por Edgar Peroza "" Edu

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