domingo, 1 de marzo de 2009

Día 6-La vida es una asignación temporal (Vida con propósito)





Su Función En La Vida Es Temporal
Señor, recuérdame qué breve que será mi tiempo
en la tierra. Recuérdame que mis días están
contados y que mi vida es huidiza.

Salmo 39:4 (NLT)

Estoy aquí en la tierra sólo un rato.

Salmo 119:19 (TEV)

La función de su vida en la tierra es temporal.
La Biblia está llena de metáforas que enseñan qué breve, qué temporal y qué transitoria
que es la naturaleza de la vida en la tierra. Describe la vida como una neblina, como un corredor
veloz, como un aliento y como humo. La Biblia dice, "Porque apenas nacimos ayer... Nuestros
días en la tierra son tan efímeros como una sombra." 1
Para hacer el mejor uso de su vida, nunca debe de olvidar dos verdades: primero,
comparada con la eternidad, la vida es extremadamente breve. Segundo, la tierra es sólo una
residencia temporal. No estará aquí por mucho tiempo; por lo tanto, no se apegue demasiado. Pídale a Dios que le ayude a ver su vida en la tierra como El la ve. David oró, "Señor, ayúdame
a comprender lo breve que será mi tiempo en la tierra. Ayúdame a comprender que estoy aquí sólo
por un momento más." 2
La Biblia compara repetidamente la vida en la tierra con el vivir temporalmente en un
país extranjero. Este no es su hogar permanente o su destino final. Sólo está pasando, sólo está
visitando la tierra. La Biblia usa términos como extranjero, peregrino, foráneo, extraño, visitante
y viajero para describir nuestra breve estadía en la tierra. David dijo, "No soy sino un extranjero
aquí en la tierra," 3 y Pedro explicó, "Si llaman a Dios su Padre, vivan su tiempo como residentes
temporales en la tierra." 4
En California, donde vivo, muchas personas se han trasladado de otras partes del
mundo para trabajar aquí, pero mantienen la ciudadanía de sus países de origen. Es obligación
de ellos portar consigo la tarjeta de residente extranjero (conocida como la "green card"),
la cual les permite trabajar aquí aunque no sean ciudadanos. Todo cristiano debería de portar
consigo una tarjeta espiritual de residente extranjero para recordarnos que nuestra ciudadanía
está en el cielo. Dios dice que sus hijos han de pensar diferente de los no creyentes acerca de
la vida. "En lo único que piensan es en esta vida aquí en la tierra. Pero somos ciudadanos del cielo,
donde vive el Señor Jesucristo." 5 Los verdaderos creyentes entienden que la vida es más que tan
sólo los pocos años que vivimos en este planeta.
Su identidad está en la eternidad y su patria es el cielo. Cuando comprenda esta verdad,
dejará de preocuparse por "tenerlo todo" en la tierra. Dios es muy franco acerca del peligro
de vivir para el aquí y el ahora y de adoptar los valores, las prioridades y los estilos de vida
del mundo a nuestro alrededor. Cuando flirteamos con las tentaciones de este mundo, Dios
lo llama adulterio espiritual. La Biblia dice, "Están siendo infieles a Dios. Si todo lo que quieren es
hacer lo que desean, flirteando con el mundo cada vez que puedan, acabarán siendo enemigos de Dios y
de su camino." 6
Imagínese que su país le pidiera que fuese el embajador en una nación enemiga. Probablemente
tendría que aprender un nuevo lenguaje y adaptarse a algunas nuevas costumbres y a algunas diferencias culturales para poder ser cortés y para poder llevar a cabo su misión.
Como embajador, no podría aislarse del enemigo. Para realizar su misión, tendría que
tener contacto y relacionarse con ellos.
Pero supongamos que llegara a sentirse tan a gusto en este país extranjero que le llega
a gustar mucho, y lo llega a preferir más que a su patria. Su lealtad y su responsabilidad
cambiarían. Comprometería su función como embajador. En lugar de representar a su patria,
comenzaría a actuar como el enemigo. Sería un traidor.
La Biblia dice, "Somos embajadores de Cristo." 7 Desdichadamente muchos cristianos han
traicionado a su Rey y su reino. Han concluido tontamente que porque viven en la tierra, ésta
es su hogar. No lo es. La Biblia es clara: "Amigos, este mundo no es el hogar de ustedes, por lo tanto
no se pongan muy cómodos en él. No indulten su ego a costa de sus almas." 8 Dios nos advierte
que no nos apeguemos demasiado a lo que está a nuestro alrededor porque es temporal. Se
nos dice, "Aquellos que están en contacto frecuente con las cosas del mundo deberían de hacer buen
uso de ellas sin apegárseles, porque este mundo y todo lo que contiene pasará." 9
Comparado con los siglos pasados, la vida nunca ha sido tan fácil en la mayor parte
del mundo occidental. Somos constantemente entretenidos, divertidos y complacidos. Con la
disponibilidad actual de atracciones fascinantes, de medios de comunicación hipnotizantes y
de experiencias agradables, es fácil olvidarse que la vida no es acerca de la búsqueda de la felicidad.
Es sólo cuando recordamos que la vida es una prueba, un encargo y una función
temporal que la atracción de estas cosas pierde su poder en nuestras vidas. Nos estamos preparando
para algo mucho mejor. "Las cosas que ahora vemos están hoy aquí y mañana desaparecen.
Pero las cosas que ahora no podemos ver durarán para siempre." 10
El hecho de que la tierra no es el hogar final de nosotros explica por qué, como seguidores
de Jesús, experimentamos dificultades, angustias y rechazo en este mundo. 11 Explica
también por qué algunas de las promesas de Dios no parecen cumplirse, por qué algunas
oraciones no parecen ser contestadas y por qué algunas circunstancias parecen ser injustas.
Este no es el final del cuento.
Para que no nos apeguemos demasiado a esta tierra, Dios permite que sintamos una
cantidad significante de descontento y de insatisfacción en la vida – anhelos que nunca serán
satisfechos en este lado de la eternidad. ¡No nos sentimos completamente felices aquí porque
no está supuesto a ser así! La tierra no es nuestro hogar final; fuimos creados para algo mucho
mejor.
Un pez nunca se sentiría feliz viviendo en la tierra, porque fue hecho para el agua. Un
águila nunca se sentiría satisfecha si no se le permitiese volar. Usted nunca se sentirá totalmente
satisfecho en la tierra, porque fue hecho para algo más. Aquí tendrá momentos felices,
pero nada comparado con lo que Dios ha planeado para usted.
Darse cuenta que la vida en la tierra es sólo una función temporal debería de alterar
sus valores radicalmente. Los valores eternos, no los temporales, son los que deberían de ser
los factores determinantes de sus decisiones. C. S. Lewis fue el que observó, "Todo lo que no
es eterno es eternamente inútil." La Biblia dice, "Fijamos nuestros ojos no en lo que se ve, sino en
lo que no se ve. Porque lo que se ve es temporal, pero lo que no se ve es eterno." 12
Es un error mortal asumir que la meta de Dios para su vida es la prosperidad material
o el éxito popular de acuerdo a como el mundo lo define. La vida abundante no tiene nada
que ver con la abundancia material, y ser fiel a Dios no garantiza el éxito en una profesión o
incluso en el ministerio. Nunca se enfoque en las coronas temporales. 13
Pablo fue fiel y, sin embargo, acabó en prisión. Juan el Bautista fue fiel, pero fue decapitado.
Millones de personas fieles han sufrido muerte de mártires, lo han perdido todo o han
llegado al final de sus vidas sin una sola posesión. ¡Pero el final de la vida no es el fin!
En los ojos de Dios, los grandes héroes de la fe no son aquellos que obtienen la prosperidad,
el éxito y el poder en esta vida, sino aquellos que tratan esta vida como una función
temporal y sirven fielmente, esperando su prometida recompensa en la eternidad. La Biblia
dice esto acerca de los que están en el Salón de la Fama de Dios: "Todas estas grandes personas
murieron en fe. No recibieron las cosas que Dios prometió a su pueblo, pero las vieron venir en el futuro
venidero y se alegraron. Dijeron que eran como visitantes y extraños sobre la tierra... estaban esperando por una mejor nación – una nación celestial. Por lo tanto, Dios no se avergüenza de que lo llamen
su Dios, porque él ha preparado una ciudad para ellos." 14 Su tiempo en la tierra no es toda la
historia de su vida. Tiene que esperar hasta que llegue al cielo para completar el resto de los
capítulos. Se necesita fe para vivir en la tierra como un extranjero.
Hay una vieja historia muy contada de un misionero que, al jubilarse, se regresó a casa
en el mismo barco en que venía el presidente de los Estados Unidos. Una multitud alegre,
una banda militar, una alfombra roja, pancartas y los periodistas le dieron la bienvenida a casa
al presidente, mientras que el misionero desembarcó sin que nadie lo notara. Sintiendo resentimiento
y lástima de sí mismo, comenzó a quejarse a Dios. Entonces Dios le recordó serenamente,
"Pero hijo mío, todavía no has llegado a casa."
No habrá estado en el cielo ni dos segundos cuando exclamará, "¿Por qué le di tanta importancia
a las cosas que eran tan temporales? ¿Qué estaba pensando? ¿Por qué desperdicié tanto
tiempo, energía y atención en lo que no iba a durar?"
Cuando la vida se ponga difícil, cuando sea abrumado por la duda o cuando se
pregunte si vivir para Cristo merita el esfuerzo, recuerde que todavía no ha llegado a casa.
Cuando muera, no dejará su casa -- se irá a casa.

Día Seis Pensando En Mi Propósito


Un Punto Para Reflexionar: Este mundo no es mi casa.
Un Versículo Para Recordar: "Fijamos nuestros ojos no en lo que se ve, sino en lo que no se ve. Porque
lo que se ve es temporal, pero lo que no se ve es eterno." 2 Corintios 4:18 (NIV)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Cómo debería de cambiar ahora la manera en que estoy viviendo
el hecho que mi función en la vida es temporal?

publicado por: Edgar Peroza (Edu)

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